domingo, 4 de enero de 2015

¿Y qué nos tocará? ¡Ya   lo se yo ya!






Cuando uno como pastor piensa en la vereda, siempre la prepara de antemano relacionada al tiempo que puede hacer y a la organización sobre su rebaño. Pero por extraño que parezca, surgen imprevistos agenos a esa preparación por ejemplo, los visitantes, personas de mil raleas vividoras de nuevas experiencias y sufridoras, porque lo que toca no es tarea fácil para ellos, pastores, perros y rebaño.




El primero fue Jusep, un leridano
ya el primer día cargó con su cámara.
Cuando le fuimos avisando
déjala en el coche pues
el camino es muy largo

Vino Xuso,como siempre algo estrafalario
ofreciendo todo lo que tiene
y a los pastores dándoles animo
luego trajo a una italoetíope, un iraní
ya entrado en años
como venía de un largo viaje
se nos quedó dormido mientras cenamos

Vivió la experiencia Marc,
repitiendo unos cuantos años
entre veredas, Madrid y París
pero se fue con los gauchos

A pasar un fin de semana,
Marity y Raquel ``mis secretarias´´ llegaron
para conocer la trashumancia
de su propia mano.
Transcurridos quince días
segían a nuestro lado
llegó la lluvia y como todos se mojaron.
Ya con pocas ropas
tuvieron que recurrir a una butique
de Castellar de Santiago.


También vino un vegetariano,
por más señas llamado Juanjo
y a la altura de Fresneda,
encontramos un huerto abandonado
el hombre
cuando vio tomates, acelgas,... y algún cardo
los ojos se le pudieron como platos
allí mismo se hizo un bocadillo
de acelgas crudas y cardo
con un poco de comino alineado.


Nos visitó una Danesa, rubia
de los países escandinavos.
Ya el primer día la perdimos
pero a la noche la recuperamos
llegó a punto de majada
``creo que la encontró Juanjo´´






De la Gran Bretaña vino José,
un español allí afincado.
Con su cámara al cuello,
hizo bien su trabajo.
Nos obsequió con sus fotos
y quedó sorprendido
de ver que en España sobra de todo
como los melones de Socuéllamos.


Llegó Tragsa
y mandaron a un becario
Curro por más señas
y como si fuese un rey mago,
tarajo monos, panfleto, botas,...
y algún que otro aparato.


De vereda, la universidad,
con Violeta, Jessica, Montse y Ricardo
Berta, Elisa, César con coleta,
de todos ellos el más alto.
Su profesor Pepe, un gallego
que nunca pronunció ``OH CARALLO´´.
De Valladolid un bombero,
repitiendo varios años,
haficcionado a la fotografía
y si la ocasión se presta
a un buen y mucho diálogo.
Pero Roberto este otoño,
de mucha cháchara nos has fallado




Manuel García vino dos veces,
una a pie y otra a caballo.
A la vuelta se llevó una cabra,
para hacer un regalo.
Y como el último de la fila,
siempre por detrás del rebaño.


El profesor Isidoro,
hombre culto y muy ordenado,
cualquier cosa que se precisa
está en sus petates bajo un listado.
Pero a veces la memoria falla
y él se pregunta
la lista,¿dónde la habré dejado?


A vivir la trashumancia vino Sales,
una chica del Mediterráneo.
Caminó el primer día
y en el segundo se montó en el coche
para acompañar a los del hato
conocer la trashumancia desde otra perspectiva
ya que yo ya hice el camino de Santiago.


De allá de la Extremadura,
vino Loli y su marido Carlos.
Manolo con sus adivinanzas y chistes.
Julio con tanto mundo andado.
El doctor Peral coleccionista de garrotes.
¿Qué hubiese dicho Quevedo?
Tú que lo has desenterrado.


Se apuntó al evento la televisión.
Para la Dos, Domingo Moreno,
de crónicas Reyes Ramos,
la autonómica de Aragón
y Canal Sur Radio,
la cadena Ser y el Heraldo,
El diario de Teruel e Interviú
de periodista Petrescu, un rumano.


A bordo de su Mercedes,
llegó rastrojo a bajo,
Miguel con su familia,
pensé, ¿estará locato?
Raquel de la Parrilla,
con su padre y hermano,
el hombre también fue pastor
y gustaba ver los rebaños.
Jesús el de Cañavate,
con señora y guachos.
Paulino el de Carrascosa
en los molinos blanco.
De Villarrobledo, Antonio el lechero
y de Las Mesas, Bernardo.


Desde Asturias Elías,
un turulense allí afincado.
Interesado por las gachas,
plato poco asturiano.
Roberto de Huesca,
repitió dos años,
pero una garrapata
le fastidió el último tramo.

Holandeses, Suecos y Austriacos,
todos estuvieron aquí,
pero los alemanes más rato.
Günter, con su ironía
Thomas, el más refinado.
Hernz y Renata,
a la perra mastina no le fue de buen agrado.
El pintor de Alaurin y Stheffan el Bávaro.


Repitió la universidad,
esta vez de veterinarios.
Lucientes el de las moscas,
Etxaniz con sus platos.
Pepe, el de la penca de acelga,
Antonio, el de los caballos.
Conquistó las Antípodas Delia
y escribió un libro con Juanjo.
Héctor y su colega Tania,
en noviembre también cumple años.
Olivia preocupada por sus chicos
y de poner velas a los santos.
Cierro la lista con Julio
y de promotora Marián Ramos.












Aquí están los chicos,
los futuros veterinarios
María, Vicente, Luis, Belén,
Raúl, Ricardo y Jose Manuel.
Samuel,Carla,Víctor, Ana
Paula, Nicolás, Vanesa y Ariadna.
Laura, Nuria, Beatriz, Raquel
Leire, Alejandro y Javier.
Severine, Armán, Vanesa, Elena,
Laura, Alfonso, y Juliette.
Oihane, tomás, Vanesa, Leire,
Ana, Raquel, jessica e Irene.
Elena, Laura, Inés, Berta,
Susana, Teresa, Alaín, Irati y Berta.
Inés, Carmén, Javier, Clara,
David, Paloma, Susana y Laura.
Isabel, Sara, Ángela, Irena,
Alba, Marta, Elena y Elena....






sábado, 9 de febrero de 2013



         EL TRATO ES EL TRATO



La parte mas delicada y mas sensible de cualquier negocio es a la hora de vender o comprar algo, ya que ahí es donde está la perdida o ganancia. Aun que nunca hay feria buena o feria mala ya que cuando unos pierden otros ganan.
Los hermanos Mansilla, los Barrabases, y los Campilleros fueron profesionales del trato, provenientes de una saga familiar toda su vida la dedicaron a comprar y vender mulos, caballos, burros, etc. Todavía recuerdo aquella riata de mulos arriatados con cabezadas de soga a la cola del mulo anterior llegando al pueblo y alojarsen en la posada de la Tía Olimpia.
Al día siguiente, todo era un ir y venir de personas viendo y probando mulos para ver si surgía el trato.



Romualdo González fue una persona dada al trato. Una vez hizo un viaje de cortesía al pueblo de Zafrilla en la provincia de Cuenca acompañado por su mujer y una yunta de mulos. Al llegar allí, uno de sus conocidos le propuso comprarle la yunta de mulos, cuando Romualdo entre un estira y afloja que si más que si menos le vendió la yunta. Con las mismas fueron a celebrar el trato a la cantina del pueblo vulgarmente conocido como hechar el alboroque. Estando allí celebrando dicho trato apareció otro vecino del pueblo e integrándose a dicha celebración cuando este le compró allí mismo la yunta de mulos al otro por lo cual hecharon otro alboroque. Más tarde llegó un tercero que este compro nuevamete la yunta al anterior revalorizando el producto. Así estuvieron durante dos días y dos noches y al final Romualdo volvió al pueblo habiendo comprado nuevamente la yunta de mulos al anterior y habiendo pagado más dinero que cuando la vendió.
``No se gana pero se trapichea´´.


La llegada al pueblo de unos hojalateros de raza gitana, hizo a Marino Soriano y Mariano Navarro siendo unos jóvenes les despertó la curiosidad de acercase  a aquella familia para ver si les acompañaba alguna moza. Para ello fueron con la escusa de comprarles una burra que llevaban pero he aquí cuando se vieron envueltos en el trato por el gitano y casi con la burra en las manos. Cuando uno de ellos tuvo la idea de que para cerrar el trato primero la burra debía ser revisada por el señor veterinario. Pero nuevamente surgió la paradoja de que el el pueblo no había veterinario y para ello tuvieron que recurrir a otro joven para que ejerciera en esa situación de veterinario. Fueron a hablar con José María Gonzalo y contándole lo que les ocurría les dijo que tranquilos que se fueran para allá que ahora después iría él. Al cabo de un rato asomó José María con una bata blanca y con endoscopio colgado al cuello para hacer el reconocimiento a la burra. La sometían a todo tipo de pruebas, pero como era invierno la metieron por ventisqueros de nieve ya que había una gran nevada y al pasar al reguero del Barranco la metieron el los charcos, cuando la burra al sentir la frialdad del agua para no llegar a la congelación no le quedaba más remedio que encoger las patas alternativamente, primero una y después la otra. Ahí fue donde se deshizo el trato ya que ``el señor veterinario´´ alegó en su informe que la burra tenía TA-RA-RA-TAS en las patas.
-Ya es difícil engañar a un gitano...


En los tratos intervienen el vendedor y el comprador pero en zonas del sur surge un tercero, el corredor. La función de este es buscar comprador y orientar al vendedor de quien le puede comprar y mediar a la hora del trato para que este se realice ya que así el pueda cobrar un porcentaje.
Fue Isidoro, ``el serranillo´´, hombre experto, hábil como corredor y pícaro, aun que en el primer pronto siempre daba la misma respuesta: La cosa está muy mal.
A finales de los años ochenta Isidro García, ``el chotero´´, pastor trashumante en el trato de los corderos intervenía Isidoro como corredor en el cual había un estira y afloja en el precio de los corderos, con la diferencia de una peseta. Cuando Isidoro dijo a Isidro que era muy cabezón por no querer dar los corderos a ese precio. Entonces Isidro contestó a Isidoro:
-Si me regalas un sombrero como el que llevas trato hecho.
-De acuerdo.-Dijo Isidroro.
Así se cerró el trato.
Transcurridos unos días después de cargar los corderos Isidoro le comunicó que se pasara por el pueblo y recogerle el sombrero. Yo mismo fui a recoger el sombrero a casa de Isidoro.
Ya de vuelta al cortijo entregué el sombrero metido en su tambor a Isidro y el hombre lo sacó tan contento. Cuando al verlo observamos que el sombrero estaba usado. Isidoro compró el sombrero pero el nuevo se lo guardó para el y el viejo se lo mandó a Isidro.


Pero si alguien fue dado al trato y todo tipo de apuestas hay que recordad a Wenceslao Almazán conocido como `` El Tío Uve´´. En sus reuniones y tertulias en casa de practicante del pueblo, don Ángel, y con sus colegas Domingo Lahoz, José Esteban, Joaquín Ibáñez y Florencio Romero raro era el día que entre ellos no surgiera el trato o alguna apuesta.
En 1973 Wenceslao era poseedor de una yegua que en pleno invierno y a consecuencia de algún cólico equino murió.
Llegada la primavera un día Wenceslao dijo a su mujer:
-Voy a ir al pueblo de Calomarde para ver si compro alguna bestia que haga collera con el mulo que nos queda.
A sí que para allá fue cuando a los dos días ya de vuelta asomó con una burra del ramal. Su mujer al verlo solo hizo que reprocharle que para qué querían una burra ya que la burra no haría buen juego con el mulo que debería de ir y devolverla. Ni corto ni perezoso al día siguiente Wenceslao nuevamente marchó con la burra a Calomarde. Cuando a los dos días siguientes su mujer no daba crédito a lo que veía ya que Uwenceslao nuevamente había regresado de su marcha a Calomarde pero esta vez con dos burras.
Josefa , su mujer, le reprochó con más razón lo de las burras si era poco una ahora dos cuando Wenceslao contestó con una rotunda afirmación:
-¡Josefa el trato es el trato...!

lunes, 17 de diciembre de 2012

LAS DE JUAN SERRANO


       
Nunca animal ninguno, tuvo tan mala fama como las cabras.
En época de guardería todas fueron mal decidas `` la madre que las parió´´. Algunos incluso en un rebaño de mil ovejas y diez cabras se escandalizaban  y solían decir `` ¡Pero cuántas cabras llevas!´´ Otros las veían como exterminadoras del monte, que ignorancia,  y resultó que el monte casi acaba con ellas, pero si es verdad que la cabra tira al monte cuando llega la hora del parto para sí ocultarse. Otros las ven como destructoras de todo pero solo tiran la piedra mal puesta o rompen la teja mal colocada.
Han sido estudiadas por la astronomía, como las cabricas del cielo, y no hay mujer que haya permanecido mucho tiempo al calor de un brasero o fuego que no le hayan salido cabricas en las piernas. Pero hay de aquel que a la hora de echar la partida de guiñote pierda con su compañero y entre ambos se jueguen las cabras al perdedor le tocará pagar lo allí tomado.
En épocas de poco ordenador y poca televisión fueron motivo de entretenimiento porque ¿Quién  en reuniones familiares o en matanzas de gorrino no jugo a las cabricas? ``Que vienen tarde y se van temprano la más chiquitica lleva cencerro´´. Y como no, ¿Quién no ha leído o escuchado el cuento de los siete cabritillos?
Góngora decía que cuando pitos flautas que cuando flautas pitos que la cabra más coja parió el mejor cabrito, pero que otros se pasean con mil delitos.
Cabra coja no quiere sestero y son los machos cabríos elegantes y señoriales con su peculiar olor a recendidos en primavera que Andrés Belenchón en su alusión al tabaco siempre dice que teníamos que  fumar lo que se fuman los machos en celo……………
Fueron otras las que por un motivo u otro quedaron en la memoria. La cabriada del pueblo que en pleno verano y en noche de tormenta asustadas por los truenos, lluvia y relámpagos no aguantaron en el cobijo de los pinos y corrieron en busca de su majada. Pero al llegar allí la puerta estaba cerrada rodearon media manzana buscando cobijo hasta que encontraron una puerta abierta y resultó que era la casa de la maestras del pueblo la señorita María José. Allí estuvieron hasta que llegaron los cabreros Arturo y Alejandro cuando ya no habían dejado títere con cabeza, ni floreros ni macetas y las paredes todas mojadas   
A Lucía Martínez cuando realizaba las tareas del hogar escuchó ruidos extraños en una habitación del piso de arriba la mujer temerosa subió haber que  es lo que ocurría y se encontró en la habitación una cabra, el animal al verse reflejado en el espejo del armario acometía a topetazos con la del frente hasta romper el cristal.



Hubo alguna incluso algo maniática como la cabra de José María Gonzalo. En su ruta de trashumancia a la altura de  la carretera Cuenca Mariana y como si conociese el código de circulación no quiso rebasar la línea continua de la carretera. Todos los intentos de los pastores fueron inútiles, ya que el animal rodeó unos trescientos metros lanzándose al río `` pero no rebasó la línea’’.
Como animal testarudo fue el  ceajo de Monterde .  Un choto de seis meses   de vida seleccionado y adquirido por el ayuntamiento de Guadalaviar en el pueblo de Monterde de Albarracín para semental  de su cabriada, fue capaz de lanzarse al vacío desde lo alto de un risco con pérdida de su vida de tal de no ir con las cabras.
 Román y Casimiro a la hora del sestero siendo ellos unos chavales  las utilizaban para labrar con ellas en el paraje de la Poyadilla, pero claro eso era hasta que su padre, el tío Juanillo, asomaba por allí y con mimbre en mano les hacía comprender que no eran animales preparados para la labranza.
Hubo momentos de abandono por parte del cabrero Cayo González a consecuencia de algún que otro ligue y por lo cual los animales solían meterse en lo prohibido o en terreno acotado cuando su hermano menor, Antonino, le reprochaba aquello de`` ¡Los chotos por el Varondillo y tú con las mozas! ¡La dieé  y la dioó!´´
Fue en casa de Marino Soriano cuando uno de sus hijos dio la voz de alarma que en la cama de una habitación de la casa había alguien o algo acostado cuando todos corrieron a ver lo que era, resultó que era una cabra allí acostada. Pero Marino en su ironía y buen dote para contar cuentos decía, que incluso estaba tapada con mantas y todo.
Alguien tuvo la idea de representar al demonio en forma de macho cabrío pero seguro que no conocía el dicho de: Si te ves perdio héchate al cabrío.       
          

domingo, 22 de enero de 2012

LA GESTA, LA MESTA Y EL C.S.I

                LA GESTA, LA MESTA Y EL C.S.I

Allá por el mil setecientos  se conoce uno de los primeros conflictos entre agricultores y pastores, cuando los agricultores roturaban terrenos para sembrar y los pastores se quejaban de pérdida de terrenos para pasto. Tal fue el conflicto que los agricultores elevaron su venganza hasta el punto que ahorcaron a un pastor ya que estos quemaban sus arados.
Trascurrido los siglos se llegó a un entendimiento entre ambos con la creación de las hermandades de agricultores y ganaderos para ello crearon la figura del guarda de daños, una persona juramentada encargada de vigilar las siembras a los pastores y zonas acotadas y en caso de no resolver o averiguar quién había cometido el daño él debía de pagarlo, pero esto último a veces resultaba imposible por la complejidad de algunos casos y la picardía por parte de los pastores  y agricultores.
Trascurrido los años se eliminó lo de guarda de daños y solo quedó el guarda juramentado, ya no tenía que pagar el daño cometido por parte de los pastores aunque no se resolviese el caso.
Fue Pablo Ibáñez (el tío chiquito), hombre hábil para resolver algunos casos, aunque alguno intentara pegársela. Vicente Soriano como buen pastor que era le gustaba dar de comer a su rebaño, ante la proximidad de su majada del corral de la Porterilla con  el acotado de la Cuesta en la Dehesa Boyal, un día esperó que entrase la noche para poder meterse con  su rebaño en la zona acotada, pero cuando iba a hacerlo ahí estaba el
Tío Chiquito. A Vicente no le quedó otra solución que encerrar sus ovejas en el corral a sí ambos camino abajo se bajaron hasta el pueblo. Unos trescientos metros antes de llegar Vicente fingió una descomposición corporal incitando a Pablo que   continuara que no lo esperase, pero Vicente fingió para volverse camino arriba para soltar de nuevo su rebaño y así poder entrar en el terreno acotado. He aquí la sorpresa de Vicente cuando empezaban a entrar las primeras ovejas sobre el terreno cencío. Ahí de nuevo estaba el  Tío Chiquito y le dijo:
-¿¡Qué creías que me la ibas a dar!?
Fue Benito Ibáñez en su adolescencia sacado culpable de haber cometido un daño con su rebaño en un sembrado por el guarda Pablo Martínez, pero Benito quiso vengarse y para ello acechó a Pablo cuando este hizo una carga de leña y dejándola bien colocada   y   hacinada  Benito se cago en alto de ella y Pablo nuevamente descubrió al culpable y  lo rebautizó de por vida ``con gorila, chimpancé, caga  leñas y dos ostias´´.
Miguel Martínez (el tío Miguelón) fue un guarda compresivo con los pastores y dado  ayudar  algunos   en  alguna  ocasión  cuando estos se  veían en  situación comprometida con sus rebaños como pasar por algún punto estrecho o quedarse de pastor si la situación lo requería. Pero a Vicente ( él Tocha ) le denunció doce ovejas en la Mojonera del entredicho y transcurridos cincuenta años todavía le dura el trauma que le creó.
Pero fue una vaca, la que puso en jaque todo un sistema de vigilancia y guardería. El animal recorría seis kilómetros de ida y seis kilómetros de vuelta para poder comerse las coles en los huertos de los cerrados, cuando el vaquero Blas  Soriano afirmaba que era imposible que una vaca de su vacada fuese la culpable ya que todas entraban por la noche en su majada y todas salían por la mañana. El animal puso en marcha una táctica consistente en esperar que el vaquero se durmiera y colocar el cuello lo más rígido posible para que así no sonara el badajo de su cencerro. Tuvieron que recurrir al acecho una vigilancia de espera durante algunos días hasta que apareció una noche en el huerto del mismo amo, la vaca de la tía Asunción.
Joaquín Ibáñez sufrió un daño por parte de los pastores, en su pipirigallo del camino de la Paridera del Pinar y Joaquín se revelara contra la impotencia de  no   descubrir quién había sido, cuando un día se juntó con Dionisio Gómez y este le echaba más leña al fuego ``qué valor tío Joaquín, se han comido el pipirigallo   ¡qué sinvergüencería por parte de los pastores de hoy en día, qué valor!´´. Cuando transcurrido un tiempo se demostró que había sido el mismo Dionisio.
-¡Qué valor!
Francisco Pérez y Fidel Belenchón siendo unos críos fueron sacado como sospechosos de haber cometido un daño en un pedazo de lentejas, cuando fueron llamados  acareo por el propietario Cristino Lahuerta y sus padres Vicente Pérez y Fidel Belenchón. Ante la negación de ambos Fidel padre aplicó la mano dura con su hijo a la vez que Vicente Pérez decía `` dale dale que el cantará que mi Francisco no miente´´. Pero todavía está por decir la primera verdad por parte de Francisco y sobre todo la del pedazo de lentejas.
Las patatas se la Fuente Blanca fue uno de los casos que más saliva gastó, quizás por la cantidad de implicados que hubo, aunque nunca se descubrió al culpable. A petición de Leandro Romero como propietario de las patatas, fueron todos los sospechosos  convocados a un careo en la Cámara Agraria Local por su presidente, Agustín González y el guarda Patricio Navarro.
José María Gonzalo, José Pérez, Ángel Navarro, Carlos González e Hinginio González en representación de su hijo Eloy fueron los inculpados, pero de todo ello quedó la frase de José María Gonzalo ``esto está claro, esto está entre Carlos y yo y yo no he sido´´.
Por pasar por el ribazón del Rentobar al pedazo de las Tobas, Marino Soriano y yo mismo Ismael Martínez siendo unos zagales fuimos avisados a toque de trompeta desde el Poyal del Calderín por el guarda Patricio Navarro, que habíamos  sido   pillados en una infracción por lo cual quedamos denunciados . El hombre para ello desarrolló una segunda regla de la relatividad  consistente en la longitud del ribazón la anchura de este, la velocidad en que habíamos pasado, la cantidad de ovejas que podían haber mordido en el pipirigallo de la parte de arriba y las patatas de la parte de abajo.
Total: fuimos sancionados  a pagar  la multa de ciento veinticinco pesetas, es decir un duro por oveja ya que Patricio en su acta puso que habían mordido unas veinticinco ovejas.
Las alegas  Montañesas  como  paraje  de  nava, es  un  terreno  pobre  tanto  de  pasto  como  de  cultivo, por  lo  cual  transcurrido  el  verano  y  entrando  en  el  otoño  todavía  mengua  mas.
En  los  años  ochenta  Julián  González  un  adolescente, careaba  con  su  rebaño  por  esa  zona  cuando  ante  su  asombro  se  percato  que  había  invadido  un  pipirigallo  nuevo,  un  pipirigallo  que  todavía  no  había   tenido  ningún  corte. Aquel  hecho  disgusto  a  Julián  y  durante  todo  el  día  no  hizo  otra  cosa  que  pensar  y  refunfuñar  en  a  quien  se  le  había  ocurrido  sembrar  allí  un  pipirigallo. Pero  aquella  misma  tarde  se  encontró  con  José  Pérez , otro  pastor  que  andaba  por   aquella  zona  con  su  rebaño, cuando  Julián  conto  a  José  lo  de  su  mala  suerte  con  lo  que  le  había  ocurrido,  alá   vez  que  seguía  con  su  protesta  de  que  a  quien se  le  había  ocurrido  sembrar  allí  un  pipirigallo.  Pero  fue  José el  que  le dijo  te  voy a  contar  un  chiste , entre  su  tartamudez  y  su  risa  socarrona  Julián  no  entendió  nada, cuando  pregunto  ¿  bueno  pero  que  me  quiere  decir  con  eso?  A la  vez  que  José  le  contesto – que  qué  el  pipirigallo  es  mío.
Fue  a  José  Pérez   al  que  le  ocurrió  un  caso  curioso  por  su  resultado.  Dejando  sus  ovejas  en  el  sestero  de  la  Pínada  del Collado  bien  acarradas,  marcho  al  pueblo  a  por  su  merienda,  cuando  ya  estaba  en  el  pueblo  empezó  a  formarse  una  tormenta  . José  regreso  lo  más  rápido  posible  a  sus  ovejas,  todo  esfuerzo   fue  en  vano    ya  que  cuando  llego  las  ovejas  se  avían  ido  del  sestero y  avían  invadido  el  patatar  de  Fulgencio  Gonzalo.
Aquella  misma  noche  José  fue  a  decirle  a  Fulgencio  lo  que  le  había  ocurrido,  por  lo  cual  él  como  dueño  de  las  patatas  diría  el  daño  que  avía,  cuando  Fulgencio  le  contesto  que  en  aquel  pedazo  de  patatas  todos  los  años  cogía  veinticinco  sacos ,  así  que  las que  faltasen  ese  año él  debía  de  pagar.
Transcurrido el  verano   y  ya  levantada  la  cosecha  Fulgencio  no  decía  nada,  cuando  José   tuvo  que  ir  de  nuevo  hablar  con  Fulgencio,  a  decirle  que  ¿cuánto   le  tenía  que  dar  por  el  daño  de  las  patatas?,  cuando  Fulgencio  le  contesto ,  el  caso   es  que  este  año he  cogido treinta  sacos.
Ya  José  con  cierta  ironía  le  dijo  que  entonces  esos  cinco  sacos  de  diferencia  tendría  que  dar  a  él.
Estos  fueron  algunos  de  los  casos   que  se  dieron   en  la  convivencia   entre  pastores,  agricultores y  el  guarda   todos   tuvieron  un  resultado  llamativo   y  por  ello  hoy se  recuerdan ,  como  le  paso  a  fulano,  como  le   ocurrió   a  mengano  y   como  hizo  el  tío  cual. 


lunes, 9 de enero de 2012

y llegó el lobo...




                                                                      Y  LLEGÓ  EL  LOBO
Pedro avisaba de que venía el lobo y nadie lo creía, pero lo que Pedro no sabía, es que el lobo
 podía venir
 con coche oficial, corbata y un ordenador en la mano. No por ello este lobo puede ser más 
agresivo,más sanguíneo  en definitiva como decía el tío  Antón” haciendo chicha”.
 Si retrocediéramos treinta años atrás, hasta nuestros días y pudiéramos comparar las matanzas de
 este lobo, 
con aquellos ataques  que sufrieron nuestros antepasados durante siglos, veríamos la gran 
diferencia de
 animales muertos y simplemente aplicando la normativa vigente, la ley tal…..artículado cual….barra 
ciento
 no se qué….
Viene   a mi memoria en los años ochenta, una peste equina, vacas locas, gripe aviar, fiebre aftosa, 
lengua azul, y todos los saneamientos de brucelosis y  tuberculosis. y como era poco se les ocurrió
 la gran brillante idea de cada animal ponerle un micro chip ¡ Que cosa más ridícula como si fuera 
un robot!.
y surgió la paradoja con tanta sangría y carnicería alguien tendría que salir beneficiado y ese alguien
 debería ser el buitre “pues no” todo lo contrario. Cuando animal que muere tendría que ser  para su
 alimento, desde su madriguera allá por Bélgica el lobo jefe ordena: Que todo animal muerto debe de
 ser metido en un contenedor de cadáveres” Que ya vendrá un camión a recogerlos un día de estos y 
si no hay festivos
 de por medio”.
Pobre buitre no hay otro tiempo que el que nos ha tocado por eso hay que aclararles quien manda y 
quien es el mandao  y si estuviera en nuestra mano mandémosles copiar cien veces que esas cosas no 
se hacen.
Esta bien claro que este lobo no viene enseñando la patita, como en el cuento de los siete cabritillos 
 si no sus garra y colmillos.
Pero decía Agustín Goytisolo en su poema que había lobitos buenos pero también decía que era 
cuando soñaba un mundo al revés y es cierto aunque de estos ya quedan pocos, posiblemente
 también les hayan aplicado la normativa vigente y algún micro chip entre cuero y carne.
De todas las maneras que venga el lobo pero ha poder ser que sea por navidad y en forma
 de turrón……


lunes, 28 de marzo de 2011

TRASHUMANTE ``INGENIERO TÉNCNICO CONDUCTOR DE GANADO´´


Todo empezó como mi nacimiento un seis de noviembre pero catorce años más tarde.

Partimos desde Guadalaviar y Griegos pueblos de la sierra de Albarracín en la provincia de Teruel, en el año 1976. Unos pastores bueno, yo todavía era un chaval, pero ahí estaba Gabriel Lahoz alias ``el pinturas´´ hombre experto en la trashumancia y en fumar puros finos. Aquel primer día de partida en el corral de Tío Patón que trajo un truco, es decir, un cencerro con la categoría de truco, como todos los cencerros tienen una categoría según su tamaño y para el fin en el que se utiliza aquel truco, según Gabriel, era del tío Manuel Lapuente, un cencerro que llevaba más trashumancia que la alcuza del aceite de un ato.

Fernando Lahoz alias ``La cañaña´´ hombre esbelto con nariz aguileña como una vara de gancho así lo parecía; si los pones a los dos paralelos no sabrías distinguir quién es cual y cual es quién.
Diocleciano Lahoz alias ``El yeyé´´  imaginar lo de yeyé el porqué; el más joven de los tres con su melena de pelo largo, se encargó durante el trayecto del ato con sus tres yeguas, cargadas con todos los utensilios para la vereda y el invierno.

Pascual Pérez alias ``Monono´´ persona pausada y tranquilla con su rebaño propio y arrenta, él solo era capaz de dominarlo durante todo el camino cosa que a mí como inexperto en la materia me sorprendía mucho.

Por otra parte mi padre Gregorio Martínez y yo con yegua percherona  y crines rubias nos enrollamos en esa aventura y nunca mejor dicho; porque partimos aquel día sin saber dónde íbamos; porque salimos de Guadalaviar, por el dialogo de un manchego llamado Casildo Aragonés con José Pérez  cuando este fue a hacer tierra y juntándose  en el autobús de Calzada de Calatrava a Puertollano, y Casildo necesitado de pastor y cabrero  se fijó en las personas que iban en al autobús, y al ver a José Pérez distinguió sobre los demás y preguntó: ¿Usted es pastor? Pues si contestó. Vengo para ver si puedo arrendar alguna dehesa por esta zona, lo cual usted me puede informar.  No mucho porque la cosa está muy mal, le contestó Casildo, así entablaron la conversación durante el trayecto  en la cual Casildo preguntó a José Pérez. ¿Y cómo está el asunto de pastores por su tierra? Porque yo tengo un hijo que no quiere seguir con este oficio y se me va a Madrid y necesitaría a un pastor y a un cabrero. Pues mal, pero cuando vuelva, preguntaré a alguien por allí por si hay alguien que le interese . Así fue como nos enrollamos en esta aventura  mi padre y yo.

domingo, 13 de marzo de 2011



Aquella mañana amaneció con lluvia y muy fría, hasta en algunos tramos del día aguanebaba . Hubo que echar mano del capote de hule  de toquilla de fraile. Tras cargar el ato en las yeguas y soltar los rebaños del corral, emprendimos la marcha por la Hoya de la Gitana  camino de los Chorros entrando en la provincia de Cuenca por su Serranía. Pascual Pérez, un joven de treinta años, reconduciendo su rebaños se acercaba a mi diciéndome : parece que no hace tan mal día, no sé por qué lo decía porque en realidad si lo hacía, quizás fuese una manera de intentar darme ánimo viéndome tan crío y en esa situación de partida por primera vez de tu casa hacia otra tierra desconocida. Así fue transcurriendo el primer día entre agua nieve y frío, con un caminar cansino  y el rebaño subiendo el Puerto del Collado del Aire; uno se puede imaginar el por qué de su nombre.
Aquella noche fuimos a dormir a los corrales de Álmaillo aunque hay que desviarse algo de la vereda para llegar hasta allí era el punto clave porque allí nos esperaba Eloy  Lahoz alias ``Marieto ´´ hermano de los otros pastores, enrolado en el rebaño de César Chico y otro  pastor andaluz llamado ``El Maqui´´ .
 Los hombres nos recibieron con alegría y con caldero cocinado de patatas con garbanzos por cierto, estaba riquísimo, aquel caldero me hizo ver la noche de otra manera
                                                                                El Maqui al verme tan joven y empapado en agua se adoleció de mí y me dijo:
-Te voy a dar un sombrero.
Yo en el primer pronto pensé que para qué quería yo un sombrero  pero tenía razón era un sombrero de modelo cordobés y para el agua hacía su función en forma de paraguas.
Al día siguiente iniciamos la partida muy temprano en cuanto se veía y nos despedimos de la hospitalidad de aquellos dos pastores con el deseo de que fuese un buen año. Iniciamos el camino por la cañada, y fui conociendo los parajes míticos dentro de ella, como el arroyo de las truchas y la fuente El Rajazo, estos puntos había oído hablar mucho de ellos por otros pastores. Todos cuentan anécdotas o vivencias en ellos, yo las tuve años después, son como un mito dentro de la vereda.  ¿Quién alguna vez como trashumante o relacionado con la trashumancia no ha oído decir `` aquella noche que dormimos en la fuente del Rajazo o aquel día  del Arroyo de las truchas´´?  Pero si hay un mito ese es las Majadas, pueblo de la Serranía de Cuenca, a la vera de la cañada, cuando ese día llegué a ellas un grupo de personas salieron a ver a los rebaños pasar. Todas esas personas eran mayores y todos habían sido trashumantes ya que las Majadas es pueblo con mucha tradición trashumante y el comentario era el de siempre.
-Estas sí que están gordas.
-Pues estas no. Las que estaban gordas son las que pasaron ayer, ya que por su vera todos los otoños pasaban sobre unas 100.000 cabezas de ovejas y unas 3.000 vacas.
Victoriano ``El Barbas´´, ganadero trashumante tenía ímpetu o afán por llegar a las Majadas tanto de otoño como primavera; cuando desembarcaba en  Chillarón era capaz de adelantar los rebaños del día anterior por llegar a hacer sestero en las Majadas  para allí celebrar su llegada aunque la salida se atrasara.
Pero si las Majadas tienen fama, es por sus tortas aunque yo no  las he probado .
Dice la leyenda  que un joven de Guadalaviar se puso novio con una moza de las Majadas , para las fiestas fue a visitarla y a la vuelta los otros jóvenes del pueblo le preguntaron:
-¿Qué tal las fiestas de las Majadas?
-huuy …..  En las Majadas hacen unas tortas muy buenas pero se las comen ellos.
Entre comentario y comentario de aquellas gentes fuimos pasando vereda al ante camino de la dehesa de Portilla bajando la serranía por Cerillo Verde. Un barranco de terreno calar con su fuente en la Ladera de cuya agua no digas nunca beberé ya que alguno............... una vez tuvo la osadía de cagarse en ella pero he aquí la paradoja quiso con su acción fastidiar a todo aquel que viniese por detrás cuando dio cuenta de que le faltaba las cabras y tuvo que volver a buscarlas, en el escarpado del terreno las cabras no quisieron colaborar dándose la carrera y el sofoco, pero a él le entró la sed de agua y tuvo que recurrir a la fuente de Cerrillo Verde cuando vio su propia mierda y tuvo que limpiarla para poder beber.
Dejando la Serranía entramos en terreno más llano lleno de pinos resinero era la primera vez que yo veía ese tipo de pino con su corbata y con su tarro para poder extraer la resina. Haciendo noche en él un rebaño al lado del otro siendo una noche tranquila hicimos las velas , es decir, vigilar los rebaños por turnos eso fue por parejas  que así es más llevadero.  A mí me tocó con Gabriel y recuerdo que durante la vela ya que los rebaños suelen estar tranquilos el me iba hablando de sus vivencias sobre la trashumancia. Una vez cuando dormíamos aquí hacía muy mala noche y las ovejas no se estaban quietas o cuando fuimos a cruzar el río y no pudimos cruzar el río por el agua que bajaba, así fue transcurriendo la vela hasta que fuimos revelados por otros pastores , a la mañana siguiente despertamos temprano con una voz que decía:
-Arriba que el almuerzo está hecho.
Era el ``Yeyé´´ nos avía hecho unos gazpachos tostados (plato típico pastoril donde los haya)
Pos casi siempre se desayunaban gazpachos o migas, pero los gazpachos son más rápidos de cocinar.
Terminado el almuerzo emprendimos la marcha pinar adelante pos el río Mariana a la finca de Embí , hay nos esperaba su guarda un hombre de edad avanzada y mecanizado ya que su trayecto lo hacía en bicicleta y entre los pastores se le conocía `` el tío de la bicicleta´´ pero era hombre experto y sabio, conocía a todos los rebaños y a todos los pastores sabía cual intentaría salirse de la vereda y cual no.
Años más tarde me di cuenta de ese conocimiento que poseía sobre los pastores, pero esa anécdota la contaré cuando llegue su momento.
  El hombre nos fue acompañando hasta todo lo alto de la finca en los Collados de Embí , punto estratégico y a veces añorado por los pastores trashumantes de esta Serranía, cuando estando en extremo y  las cosas se ponían mal por alguna circunstancia como podía ser alguna primavera seca o aquellas primaveras no tan lejanas con los brotes de lengua azul o fiebre  actosa , los permisos de las comunidades autónomas no terminaban de llegar nunca , y como no aquellas solicitudes para embarcar en el tren no se concedían a tiempo. Por eso Enrrique ``El leyes´´ hizo célebre esta frase:
-Estaba yo ya en los Collados de Embí.
Como queriendo decir  que él hubiera cogido su rebaño cañada al ante y se había evitado estos problemas. Hay vino la noche a la altura del pueblo de Chillarón como casi todas de esta vereda lluviosa y fría, los rebaños esa noche no estaban quietos y en vez de hacer velas tuvimos que rodearlos más o menos cada uno en una esquina , por el cansancio del día y la noche recuerdo que nos colocamos de pie bolo, postura típica de un perro cuando está observando, y protegido por el capote.
La mañana siguiente era el día del embarque en el tren y llegando en la estación de tren en la Renfe  en el pueblo de Chillarón, esa mañana como todas lluviosa nos juntamos con otros rebaños  concretamente con el de la Domitila conocida como la viuda de Fausto Mansilla dirigido por su mayoral Cirilo y su hijo Antonio ya que para formar tren avía que juntar  varios rebaños y de esta manera Renfe te concedía un mínimo de pisos que era tres pisos por vagón y dos vagones de mercancía, uno para caballerías y otro para el hato. Poco a poco entre lluvia, frío y barro fuimos embarcando las ovejas a fuerza de tiro de manso porque cada piso avía que cortar sobre unas 55 ovejas por apartamento  y para ello estaba el manso un carnero castrón con truco domado a cuerda para que así areatase del que tiraba de él. Terminado dicho embarque partimos hacia  el Almuradiel punto de nuestro destino por tren y pueblo de la provincia de Ciudad Real asique con el CHACA-CHÁ  del tren como diría la canción íbamos pasando por las estaciones con sus paradas largas ya que este tipo de trenes ganaderos no tenían preferencia sobre los demás hasta incluso tenía que dar paso a los mercancías, tenía su atractivo aunque la incomodidad del vagón era tal que alguna vez conforme ibas tumbado en la colchoneta con el traqueteo casi te dabas la media vuelta. Pero esa espera en las estaciones te daba tiempo para tomar el café y copa y otro café y otra copa también tenía tiempo para hacer tus necesidades aunque alguna vez como le ocurrió al pobre de ``Pifas´´ pastor  de asalariado de Felillo  Borrocales  en la estación de  Aranjuez se le ocurrió mear en el andén viéndolo  la policía municipal tuvo que llamarle la atención ``Pifas´´ con algo de deficiencia mental y acostumbrado a mear en el campo no entendía el por qué de aquella llamada de atención  cuando contestó:
-so ser odioso judío.
Felillo al percatarse de aquello tuvo que intervenir apaciguando la situación. Al oír por megafonía:
-Tren borreguero con destino Almuradiel, va ha efectuar su salida por vía tercera.
Fuimos al vagón del hato y continuamos la marcha, en un viaje nocturno durmiendo en el vagón y  en la colchoneta tapados con mantas parrillanas llegamos al Almuradiel  al hacer de día. Al asomarme a la puerta del vagón  ya todo me parecía distinto era un paisaje diferente al que mis ojos habían visto, todo estaba verde aunque el Almuradiel era zona agrícola desde su estación se podía ver los inicios de Sierra Morena de sus dehesas.
Fuimos desembarcando los rebaños uno por uno la sorpresa llegó cuando al descargar el rebaño de Cirilo habían parido unas cuantas así que no sé cómo se arreglarían aquellos pastores en aquel día ya que salimos por caminos distintos. Cirilo, con su rebaño, fue a pastar a Aldeaquemada a  la finca de la sierra El Oro y nosotros en el sentido contrario nos dirigimos hacia el viso del Marqués. Con nuestros rebaños en aquella dirección llegamos a la altura del pueblo, He aquí mi sorpresa, cuando la vereda transcurría por sus calles, recuerdo que algunas mujeres intentaban espantar dentro de lo posible a las ovejas para que estas no cagasen en sus puertas. La tarde fue cayendo y llegamos ya de noche al río de las Fresnedas, entre la lluvia y la noche no se veía casi nada, Pascual Pérez una vez más se acercó hasta mí y me dijo:
-Aquí hay tamujos, ten cuidado que pinchan mucho.
Para mi aquella planta era nueva pero Pascual tenía razón, siguiendo un camino dentro de la finca fuimos a dormir a su cortijo en una tinada que cogían los dos rebaños y nosotros en  su cocina. Durante la cena Gabriel comentaba a los demás que aquella dehesa la tenía rendada uno de Tragacete  llamado Lázaro más conocido como `` El tío de la pipa´´. La mañana siguiente era un día de sol atrás quedaron las lluvias y ahí es donde empecé a ver el paisaje distinto al que yo conocía a parte de que era un buen otoño de hierba , con los rayos del sol ese verdor característico del clima del sur de esas fechas todo era nuevo para mí. No tardamos en llegar a la dehesa de las Huertas de las Monjas  ahí era donde iba a pastar Pascual Pérez así que nos despedimos de él con la despedida de los pastores :
-Ha pasar buen invierno.
Siguiendo nuestra ruta llegamos a un punto que había tres cruces cuando dijo Gabriel:
-Aquí empieza el Pulgar, aquí es donde tenéis que echar el  invierno.
Nos dijo a mi padre y a mí. No lejos de allí de las tres cruces nos esperaba Casildo Aragonés y Cazallas ese era su nombre y apellidos. Un manchego de Sierra Morena oriundo de Huertezuelas , en una presentación corta pero no muy clara ; en principio; apartamos las ovejas del rebaño de los Pedromigueles que así se les conoce a los hermanos  Lahoz  siguiendo ellos su marcha hasta la dehesa de Peñas Blancas y nosotros quedándonos hay. Todo más relajado fue habiendo entendimiento entre Casildo y mi padre ya que la diferencia estaba en que Casildo expuso que mi padre tenía que estar en otra dehesa distinta a la que yo y  eso no  le venía muy bien pero , en fin, así tuvo que ser.


Pasando unos días el hijo de Casildo marchó para Madrid, asique yo me tuve que hacerme cargo de las cabras un rebaño de trescientas con sus correspondientes cabritos nacidos en el mes de Octubre. En aquellos años tanto cabritos como corderos eran criados a campo así que la crianza era más larga, total que el rebaño era cada vez más grande y a mí me parecía todavía más. Las cabras por su naturaleza de careo abren más espacio y aparentan más que en realidad son.
Poco a poco fui adaptándome a aquel tipo de ganado  y terreno, para ello heredé  de Casildín, que así se llamaba el hijo de Casildo, un perro carea llamado Paco ``¡Vendito perro!´´  Sabía guardar la cabras mejor que yo, en un terreno de mucho monte cuando no ves ninguna él era capaz a una distancia larga de llegar hasta la última  y así volverlas a todas , aparte tenía otras cualidades como de vez en cuando me cogía algún conejo . 

El Pulgar era una dehesa muy grande pero muy estartalada . En sus mojoneras  colindantes  no tenía forma geométrica pero ello me llevó a conocer más vecinos como el guarda de Calderón, un hombre mayor y cojo, en mi primer contacto con él me preguntó que de donde era y yo le contesté que de Teruel de un pueblo llamado Guadalaviar , cuando el dijo :
-¡Hay Portillo de Guadalaviar, hay Portillo!-Entonces yo le pregunté- ¿De qué conoce usted el Portillo?- y él respondió- ¿Tu sabes por qué soy cojo? Cuando la guerra civil, me tocó estar en frente del Portillo y se me congelaron los dedos del pie y por eso  soy cojo, así que conozco el Portillo.
Poco a poco fui adaptándome al rebaño y a la convivencia con Casildo en la dehesa y en el cortijo por las noches no resultó difícil, cuando hacía frío como buen manchego hacía alarde a su tierra con un dicho de por allí:
``Estos jodidos manchegos que al frío frío  le llaman fresquillo´´.
Un mes más tarde de mi llegada a la dehesa mi sorpresa fue cuando guardando una mojonera de otra dehesa me encontré a  un joven mayor que yo  y al vernos resultó que nos conocíamos de la sierra, era Cesariete hijo de Cesario Soriano ``  El caches´´ oriundos  de Griegos .  Así que durante el invierno tuvimos más convivencia con  ellos estaban en las dehesas de la Lomilla y Peña el Águila, de vez en cuando nos juntábamos  a  cenar, mi padre que estaba unas dehesas más allá ellos y yo. Vidala, mujer de Casildo, venía al cortijo de vez en cuando  hacer algo de fafarrancho  de limpieza aunque los dos solos no ensuciábamos mucho pero no estaba de más, Casildo como experto era el cocinero y yo fui aprendiendo sus costumbres de cocina, recuerdo el ajo manchego; un plato cocinado de patata y tomate y si no un  moje hecho de harina de guijas , algunas  veces cuando echando un trago, bebía vino, decía que  ``Para el buen vino Valdepeñas para el buen aguardiente el Moral y para las buenas mujeres Sata Cruz  y La Calzá´´.

Algunos fines de semanas Casildo se iba a Huertezuelas  que era su pueblo con su carga de jaras secas en el mulo para cocer el pan ya que la jara seca da más fogonada y ello ayuda mejor a cocer el pan. Yo quedaba solo durante ese tiempo a cargo de las cabras y las ovejas paridas que eran sobre unas cuatrocientas, la verdad no me importaba ya que era llevadero todo ello durante ese tiempo. Al lunes siguiente aparecía Casildo con su mulo, una especie de ``Rucinante´´  (pero en  mulo)  y su pan de dos kilos por pieza cocido artesanamente y con jaras
Días después apareció por el cortijo una tarde otro lindero, también era serrano como yo vamos otro trashumante, era  Paco Castillejo conocido como ``Piquín´´ todo un personaje por la cantidad de amigos y conocidos que tenía en la zona , demostró cuando una noche fuimos Casildo, Piquín y yo a Calzada de Calatrava en su furgoneta dos caballos . Al llegar al pueblo y aparcar la furgoneta unos chavales al verlo con alegría y euforia, decían:
-¡Ha venido Piquín, ha venido Piquín!
La verdad era conocido sobre todo en los bares y también era respetado. Una noche en el bar de la plaza llegó un hombre apodado  ``Bragueto´´ con cierta embriaguez  montado en su yegua  y todo empeño era entrar en el bar montado en ella, ante la negación del dueño y camareros tuvo que intervenir Piquín, cuando el hombre desmontó de su yegua y atándola a la verja de la ventana desistió de su empeño .
La propiedad era la dehesa donde pastaban las ovejas de Piquín, una dehesa más pequeña que el Pulgar, ya que él tenía  menos ganado , lo curioso era su cortijo o medio cortijo era una caseta con medio tejado una parte con la chimenea y un poyo  de piedra donde tenía la cama y la otra parte sin tejado de todas manera para lo que habitaba en el era igual ya que casi siempre estaba en el pueblo de turno  .

 Y si no aquella vez que fue a relevar a su tío, bajando se serranía al sur relevó del rebaño a su tío; para que subiera a Tragacete pueblo natal de los dos. Este se detuvo en Cuenca dos días para visitar a otros familiares y al llegar en el autobús  a Tragacete vio la furgoneta de Paco y dijo:
     -¡¿Cómo puede ser?! Si Paco se quedó hace dos días en la Mancha con las ovejas.
Pues sí; era Paco que antes de llegar su tío al pueblo ya estaba el allí, dejando el rebaño solo, así que su tío dio la vuelta y tubo que incorporarse de nuevo al rebaño, así era Paco.
 Iba transcurriendo el invierno y empezó la paridera de las cabras, días de parir diez o doce había que controlarlas ya que las cabras en el parto intentan ocultarse y una vez parida había que recoger a los cabritos y subirlos a su majada en el alto del cerro de la Amapola donde eran enrejados consistía;  en atarlos de la mano con un rejo que así se denomina a la cuerda que sostenía el cabrito de su atadura. El cerro de la Amapola era un punto estratégico aparte de la majada de las cabras era el sitio de donde se veían todas las dehesas de alrededor, ya decía Casildo  que : los cuatro puntos más nombrados del término de la Calzá eran: el cerro de la Amapola , Calderón , la Lomilla y el cerro de la Colmenilla.


Por las mañanas cuando subía a las cabras desde su cota podía ver todos los quintos de Mudela son treinta dehesas con tres pueblos colonos Mirones, Villalba y Hombría Barrios pues desde ese punto, mi vista a veces se perdía un poco por el asombro de la dehesa de la solana Los Oteros una dehesa de monte y labor que pastaba el rebaños de cabras de Antonio Barato un rebaño de 1.200 cabras y cuando las veía en un terreno lleno de monte hacia un rastrojo , era asómbrate nunca había visto en cabras una cantidad tan grande parecía una alfombre multicolor.
En los otros quintos colindantes  al Pulgar ya que así se denominan  a las dehesas de Mudela por su forma de arrendamiento  a través de  subasta pastaban los rebaños de Rafael Bodoque y el ``Zocato´´ de Majadas y sus pastores llamados  ``Cascales y Picardías´´. Decían las malas lenguas de aquel entorno y momento que estos tuvieron sus más y sus menos, por querer ir los dos con sus atajos de ovejas por el mismo terreno, cosa ridícula, cuando las ovejas eran de los mismos.


Fue pasando el invierno y llegó la primavera y allá por  Semana Santa aprendí otra costumbre de los cabreros manchegos que consistió en encerrar todas las cabras en la tinada  y apartar todos los cabritos durante 24 horas para así poder ordeñarlas a todas  una por una y en vasija de un cencerro de cobre luego con la leche se hizo todo tipo de dulces cuajadas, natillas y arroz con leche. Todo estuvo muy bueno hasta los perros celebraron la Semana Santa. La primavera pasó y hubo que iniciar la salida de vuelta a casa. Días anteriores Casildo contrató a otro muchacho para guardar las cabras era un chaval de la misma edad que yo pero mi última misión fue enseñarle a guardar las cabras, no sé el último resultado yo le expliqué todo en unos tres días que estuvo con migo;  Casildo, en ese tiempo, si me decía que si yo quería que no me fuese que de mí haría un hombre ``claro sería de cabrero´´.
 Llegó un 11 de mayo  y hubo que formar de nuevo el tren, esta vez hubo variación, continuó el rebaño de los hermanos Lahoz, pero falló Pascual Pérez que decidió subir las ovejas en camión; por la circunstancia de que tenía varias paridas y contrató los servicios de la empresa de camiones ``Los Españoles´´  de La Carolina (Jaén) pero se formó con el rebaño de Cesario Soriano que a la vez  nuestras ovejas subieron juntas con las de él ya que  nos lo propuso a mi padre y a mi. Cesario argumentaba que con sus ovejas, las nuestras y nuestra yegua de crines blancas; La vereda sería más llevadera cosa que sí fue. También  se formó con el rebaño de Placido Laguía de Orihuela del Tremedal . Este ganadero tenía un pastor que el día que lo conocí  yo me llamó la atención el trato que tenía con su perro carea ya que el animal a consecuencia del pasto seco de la primavera iba aspeado y no podía casi andar le había hecho una especie de manicura o ``paticura´´ consistente en esquilarle las cuatro patas para que así los pinchos no se pudieron clavar en ellas.  Llegó la despedida de mi padre,  Casildo y yo; fue muy cordial y un poco añorada por parte de aquel manchego ya que en la partida el hombre dijo:
-Si otro año queréis volver  ya sebes donde estamos.
Iniciamos la marcha una tarde  los tres rebaños enrreberados (denominación de cuando unos van delante y otros detrás, pero a la par) camino de vuelta  hacia Almuradiel . Hicimos noche en la dehesa de la Propiedad con una cena de grupo de todos los pastores que íbamos allí y Paco ``Piquín´´  ya que el partiría días más tarde en otro tren.
La conversación fue un  poco celebrando el año o bueno, el invierno, que había sido bueno y las ovejas estaban gordas.
Al  otro día partimos por la mañana pronto para llegar hacer sestero al río de las Fresnedas y fue en el sestero cuando ocurrió algo para que aquello no acabase bien fue Diocleciano ,el que avisó a los demás dando la voz de alarma , al ver una perra mastina que teníamos mi padre y yo llamada ``Cadena´´ y dijo:
-Esa perra ha comido veneno.
El animal estaba con los ojos muy saltones echando babas por la boca y temblorosa. Le echamos aceite de oliva por la boca en forma de purgante, pero no sirvió de nada, el animal murió pasando un cuarto de hora. Hay aprendí la crueldad del veneno ya que si es malo en sí y el mal que puede hacer  también paga con él el  que menos culpa tiene.